En este post os vamos a comentar el curioso caso del deterioro de las balconadas de este edificio. Si bien es habitual el deterioro de los cantos de forjado asociado a la falta de mantenimiento, en este caso las roturas eran generalizadas y muy importantes. Cuando se picaron las partes sueltas para evitar posibles desprendimientos, esto es lo que nos encontramos: unas chapas de acero onduladas que recorrían longitudinalmente los balcones. Con la realización de catas, comprobamos que se trataba del ala inferior de las viguetas que conformaban los forjados. En contacto con la humedad ambiental, el acero se había oxidado. La acción expansiva provocada por este proceso era la responsable de la rotura del hormigón de recubrimiento y los morteros de acabado.
Este tipo de forjado mixto, poco habitual, dejó de colocarse debido a las importantes flechas que sufría. Como se aprecia en la foto de detalle, las vigas limitan su canto al del propio forjado pero su armado es muy inferior al que hoy en día utilizaríamos en una viga plana.